domingo, 16 de junio de 2013

especial exorcismos



Robbie era un niño normal que vivía con su familia en Bunker Hill Road, en Mount Rainer, según Thomas B. Allen, autor del libro Possessed publicado en 1993. Robbie tenía una excelente relación con su tía que era médium y que juntos realizaron regularmente sesiones de Ouija para entrar en contacto con espíritus. El 15 de enero de 1949 empezaron a producirse fenómenos extraños sin causa aparente. Se empezaron a escuchar misteriosos pasos y rasguños en las paredes que darían algún que otro sobresalto a la familia, pero esto sólo era el principio. Once días más tarde, la tía de Robbie muere de manera inesperada en St. Louis, y Robbie intenta inmediatamente entrar en contacto con ella a través de la Ouija.




Semanas después en la habitación de Robbie se empezaron a escuchar fuertes ruidos, el chico empezaba a mostrar comportamientos muy extraños. La familia no tardó en consultar con un médico y un psiquiatra lo ocurrido, pero Robbie no mostraba tener ninguna enfermedad mental y se encontraba bien físicamente.

El jueves 17 de febrero Robbie pasó la tarde en casa del reverendo Luther Miles Schulze, después de ver esa misma noche lo que ocurría, no dudó en recomendar a la familia que acudiese a un sacerdote católico. El reverendo pudo ver esa misma noche como la cama donde dormía Robbie se movía violentamente de forma inexplicable.

Entre el 27 de febrero y bajo la supervisión del padre Hughes, Robbie experimentó un primer intento de exorcismo en el hospital de Georgetown, donde éste atacó brutalmente al padre Hughes; se liberó de las ataduras y con un muelle que arrancó del colchón comenzó a golpear violentamente al sacerdote provocando varías heridas en su brazo.

Pero las manifestaciones no terminaron ahí, sobre el cuerpo del muchacho empezaron a aparecer cortes aleatorios y de su piel surgían palabras con letras de sangre como sábado,Louis y odio. Mientras esto sucedía, el obispo de Raymond y el padre William Bowdern investigaban la autenticidad de la posesión demoníaca, mientras según la familia Mannheim la presencia demoníaca que habitaba en el cuerpo de su hijo era la tía de Robbie.

Finalmente el miércoles 16 de marzo, el padre Bowdern realizó un exorcismo en el hogar del tío de Robbie en St. Louis. Durante el ritual aparecían cardenales y señales con las palabras infierno y rencor. Robbie también escupía en las caras de los presentes, realizaba movimientos obscenos, insultaba a los sacerdotes e intentaba llamar su atención constantemente con provocaciones sobre relaciones sexuales entre curas y monjas. Incluso en algunas ocasiones pronunció frases en latín, una lengua que desconocía y que nunca había estudiado.

Robbie regresó a su ciudad natal donde lo internaron en una residencia mental segura para él; fue en este lugar donde el domingo de pascua se realizó un nuevo exorcismo y donde posiblemente se produjeron los hechos más brutales. Durante el ritual la palabra “salida” apareció en el pecho del niño acompañado de una flecha señalando hacía abajo, concretamente a su pene. Después, según el obispo, Robbie hablaría con la voz del mismísimo diablo. El aspecto físico del niño se había convertido en siniestro y la temperatura ambiente de la habitación caía bruscamente.



El 18 de abril a las 11pm, se realizaba un trigésimo intento de exorcismo, Robbie se revolcaba y gritaba, “¡Satán!”, “¡Satán!”. Soy Michael, y ordeno a Satán y a los otros espíritus malignos, que dejen este cuerpo, en el nombre de Dominus. ¡Inmediatamente!, ¡Ahora!, ¡Ahoraaa!,¡Ahorraaa!.

La reacción de Robbie hacía éstas palabras, fue violenta, sus espasmos aumentaron drásticamente hasta que de pronto se tranquilizó de repente. Elevó la mirada hacia los sacerdotes y dijo: “Se ha ido”.

Este impresionante caso de posesión interesó a William Peter Blatty, que le hizo replantearse su vocación de sacerdocio, esta historia podría probar que existen los espíritus malignos y demonios, así pues, también cabía la posibilidad de la existencia de los ángeles.

Veinte años habían pasado y William Peter Blatty era un célebre escritor de comedia. A finales de los 60, la comedia había decaído y entonces recordó el caso de 1949 y decidió escribir algo sobre el exorcismo de Maryland. Su primer paso era contactar con el envejecido padre Bowdern; para pedirle ayuda y así fue. Pero la familia de Robbie no quiso que aquel libro se publicara, sólo querían olvidar.

Pero Blatty no se dio por vencido y no abandonó la idea. Por fin decidió escribir una historia ficticia basada en el exorcismo de Maryland. Años más tarde y después de muchas investigaciones empezó a escribir las primeras páginas de “El Exorcista”. Para separar la historia real de Robbie, él hizo que el protagonista del libro fuese una niña de 12 años. 
  


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